jueves, 14 de marzo de 2013

Cárceles

                  
El crecimiento de la población de las cárceles en Italia, debido también a las entradas recientes de los inmigrados, ha causado durante el último decenio un abarrotamiento de presos: eso deteriora de manera ulterior la calidad de la vida de los presos ya debilitados por las condiciones de libertad acotada. Periódicamente, el Estado intenta reducir las tensiones provocadas por esta “superpoblación” con la ayuda de indultos o amnistias. Desafortunadamente, por una falta de intervenciones estratégicas relacionadas con la duración de los procesos y con medidas alternativas a la detención que originan grandes debates y ansiedad (muy a menudo fomentados) entre la opinión pública, no se ha obtenido alguna mejora estructural de la situación general de las cárceles. Recientemente se ha convertido en ley el decreto ley “cárceles vacías” emanado por el Gobierno Monti: dicho decreto intenta mejorar la situación de Italia evitando el indulto.

En septiembre 2009 la cantidad de presos italianos alcanzó el nivel máximo desde la posguerra con un total de casi 64.000 personas (99,6% del máximo espacio posible, de media), a pesar de una bajada de los delitos en los últimos dos años. Todo eso produjo una disminución de los espacios disponibles y la desaparición de los espacios comunitarios, además de una duplicación de los suicidios (45 durante los primeros siete meses de 2009, por los 24 de 2008); las medidas alternativas bajaron al minimo histórico (10.000).
Italia fue condenada por primera vez por la Corte de los Derechos Humanos a causa de “tratamientos inhumanos y humillantes”, con una indemnización a su cargo.
El ministro de justicia Angelino Alfano anunció un “programa cárceles”, con la construción de 17.000 lugares más, antes de finales de 2012: de hecho en el enero 2009 el mismo ministro había hablado de “cárceles ilegales”.
En los ultimos 10 años más de 1.500 presos han muerto en las cárceles a causa de suicidios (un tercio del total), escasa asistencia sanitaria, sobredosis o causas poco claras.

El coste de cada preso en Italia es mayor que en Francia, dos veces más que en España, dos veces y media más que en Los Estados Unidos. En Italia se suicida un preso cada mil, y en 2012 la población en las cárceles hubo un total de 65.717: haced numeros. A pesar de un coste de 3.511 € por cada preso, los problemas de suicidios y de “superpoblación” siguen siendo crónicos.
TASA DE SUICIDIOS. A la cantidad de recursos no corresponde una mejora de las condiciones de los presos. En 2009 se suicidaron en España 4 presos cada 10.000, contra los 9,1 de Italia: más que Alemania, Austria, Polonia y Reino Unido. Hay que considerar que la policía penitenciaria está involucrada en este escenario: cada año 10 policías se quitan la vida.
EL PROBLEMA DE “SUPERPOBLACIÓN”. Como ha revelado el Centro studi de Ristretti Orizzonti, Italia «tiene la tasa más alta de superpoblación penitenciaria en Europa, y al mismo tiempo muestra la mayor diferencia de suicidios dentro y fuera de las cárceles: sería difícil creer que no existe ninguna relación entre superpoblación penitenciaria, disminución de la abitabilidad, y un largo nivel de suicidios, que ha crecido de un 300% desde los años sesenta del siglo XX hasta hoy».